Durante mis prácticas en El Puerto de Santa María adquirí experiencia laboral y experiencia en la vida y el trabajo en un país hispanohablante.
Las clases de español, la vida en la familia anfitriona y las conversaciones con mis colegas me ayudaron a mejorar mi nivel de español y mi confianza al hablar. Las tareas encomendadas me enseñaron cómo trabajar de una forma más independiente y efectiva.
En la primera semana ayudé a los empleados a preparar todo para un grupo de estudiantes de Inglaterra que se quedó en la residencia de Spark en la segunda semana de mi estancia. También ayudé con el desayuno para el grupo todas las mañanas y ayudé en sus eventos, por ejemplo cuando los niños aprendieron a bailar flamenco o a cocinar paella. Mis experiencias fortalecieron mi deseo de hacer algo parecido en Latinoamérica después de mi bachillerato y me brindaron la oportunidad de obtener una primera impresión de lo que me espera entonces.
Además pude usar mi creatividad pintando las banderas del Reino Unido y de España y varios símbolos de estos países en una pared, lo cual se puede ver en las siguientes fotos.


También tuve que hacer otras tareas manuales como organizar el almacén o colgar cuadros lo que mejoró mis habilidades manuales.
En mi tiempo libre fui a Cádiz varias veces, exploré el centro de El Puerto o tomé el sol en la playa. Terminé enamorándome de la región, del tiempo (aunque a veces hacía demasiado calor) y de la vida allí.
Hice las prácticas con el fin de mejorar mi nivel de español y mis habilidades sociales, prepararme para pasar un año en Latinoamérica y aprender cómo trabajar con más independencia, efectividad y seguridad de mi misma. Aunque mis prácticas sólo duraron dos semanas, logré mis metas en este tiempo.
En mi futuro voy a seguir trabajando con ganas y eficacia y sin miedo al fracaso como lo hice en Spark. Tomaré en serio la responsabilidad y la confianza que los demás depositen en mí y no me rendiré en situaciones difíciles.


